La despedida que no fue

“Incliné la cabeza y susurré: perdón, mamá. Sereno, sin drama ni culpa. Como quien deposita algo sagrado sobre una tumba invisible.”

Todo lo que no llegamos a saber – Xavier Dueñas

📖 ¿Cuántos gestos no llegamos a hacer a tiempo? ¿Cuántas palabras necesarias se quedaron suspendidas en el aire, esperando un momento que no volvió?

El relato nos coloca ante una escena que no tiene estridencia pero sí un peso íntimo: un hijo que no pudo despedirse de su madre, pero que encuentra en un cuaderno viejo —y en una frase escrita con ternura— el perdón que nunca fue dicho en voz alta. ¿Cuántas veces hemos callado por no saber cómo acercarnos, por creer que ya habrá tiempo?

Esta historia no busca culpables, solo nos recuerda que incluso en la ausencia puede florecer el amor si estamos dispuestos a escuchar lo que quedó suspendido. Porque a veces una despedida no es un final, sino un umbral hacia otra forma de estar.

Este texto forma parte del relato Todo lo que no llegamos a saber

Escuchar es otra forma de amar

“Escuchar es la raíz profunda de lo que intento ser, el legado que ella dejó en mí y que no quiero perder.”

Todo lo que no llegamos a saber – Xavier Dueñas

📖 ¿Y si escuchar no fuera solo prestar atención, sino una forma profunda de estar?

Este fragmento del relato nos habla de un aprendizaje que no se enseña con libros, sino con presencia: la capacidad de quedarse, de acoger sin corregir, de abrazar con el oído. El protagonista comprende, desde la pérdida, que su madre le enseñó a escuchar sin siquiera pronunciar esa palabra.

Escuchar no resuelve el dolor, pero lo acompaña. No evita la ausencia, pero la vuelve habitable. En una sociedad de gritos y urgencias, tal vez el gesto más valiente sea ese: detenernos, mirar, y quedarnos en silencio junto a quien necesita ser visto.

Este texto forma parte del relato Todo lo que no llegamos a saber

¿Puede una palabra sanar lo que no se dijo?

“Y entre dos paños bordados, como escondido a propósito, apareció un cuaderno […] con esa frase: ‘No lo culpes, él estaba ayudando.’”

Todo lo que no llegamos a saber – Xavier Dueñas

📖 ¿Qué ocurre cuando el perdón llega después del final? ¿Tiene aún sentido? ¿Puede una palabra escrita a tiempo aliviar una herida que nunca fue mostrada?

En este pasaje, el protagonista encuentra en un cuaderno olvidado una frase de su madre que transforma su dolor: una forma silenciosa de comprenderlo, de abrazarlo incluso desde la distancia y la muerte. Esa frase no borra lo que faltó, pero ilumina lo que aún queda por comprender.

Vivimos con muchas cosas que no dijimos, con muchos silencios que se convirtieron en distancia. Sin embargo, a veces una palabra, aunque tardía, encuentra el modo de sanar. Porque no todo consuelo necesita llegar a tiempo para ser verdadero.

Este texto forma parte del relato Todo lo que no llegamos a saber

La soledad no siempre grita

“Mientras yo hablaba con otros, mientras explicaba cómo cuidarse, ella se apagaba en soledad. Privada de despedidas, yo privado del consuelo de decirle que estaba.”

Todo lo que no llegamos a saber – Xavier Dueñas

📖 La soledad no siempre se anuncia. No lleva cartel, ni siempre deja rastro evidente. Puede estar presente incluso en quienes parecen estar bien, en quienes no piden ayuda.

El relato nos recuerda que en tiempos de crisis —como fue la pandemia— no solo hubo falta de recursos o información, sino una epidemia más silenciosa: la de las ausencias que no pudimos evitar. Y también, la de aquellos que, ocupados en ayudar a otros, no lograron llegar a tiempo a su propio hogar.

Hoy más que nunca necesitamos afinar la mirada. Prestar atención a los gestos cotidianos que esconden un “estoy solo”, un “te necesito”. Porque nadie está del todo a salvo si alguien a nuestro lado se está desvaneciendo en silencio.

Este texto forma parte del relato Todo lo que no llegamos a saber

Verdades que llegan tarde, pero iluminan

“Ahora lo entiendo: hay cosas que escapan a toda explicación. Algunas verdades llegan tarde, y aun así iluminan.”

Todo lo que no llegamos a saber – Xavier Dueñas

📖 ¿Cuántas veces entendemos algo importante cuando ya es demasiado tarde para cambiar los hechos? Y sin embargo, ese entendimiento, aunque tardío, transforma.

El protagonista del relato no descubre la verdad a tiempo. No evita la pérdida, ni impide el dolor. Pero el gesto de su madre —esa frase escrita entre paños, como una lámpara olvidada— le permite abrir una puerta interior, cruzar un umbral emocional que lo sostiene desde entonces. Porque hay verdades que no necesitan llegar pronto, sino quedarse.

Quizá no vinimos a tener todas las respuestas, sino a vivir con honestidad las preguntas. Y aceptar que incluso lo que comprendemos tarde puede ser semilla.

Este texto forma parte del relato Todo lo que no llegamos a saber