“No era juego: era un modo de seguir existiendo.”
Cuando los niños dejan de correr – Xavier Dueñas
“Aquí la gente se parte en pedazos.”
“¿Ya se fue con mis ojos?”
📖 ¿Dónde termina la mirada y empieza el temblor? ¿Qué ocurre dentro de nosotros cuando nos asomamos, sin intermediarios, a un dolor que no es nuestro, pero que tampoco podemos ignorar?
Hay relatos que no se leen: se atraviesan. Este es uno de ellos. Cada palabra tiene la temperatura de un testigo que ya no puede callar. No hay artificio, no hay concesión: solo una voz que se arrodilla ante la pérdida y nos invita a mirar —no para entender, sino para no olvidar.
Leer este texto es como caminar descalzo sobre una tierra aún caliente de dolor. No hay filtro, ni distancia de seguridad. Solo la verdad cruda y sin maquillaje, esa que duele pero también nos despierta. Porque a veces, lo más humano que podemos hacer es estremecernos.
Este texto forma parte del relato «Cuando los niños dejan de correr.»