Mientras escribo
Un espacio para detenerse. No para explicar lo que ya se sabe, sino para escuchar lo que aún duda, tiembla o recuerda.
Aquí se recogen notas breves, preguntas sin respuesta, pensamientos que se cruzan mientras escribo… y también las raíces de algunas historias que nacieron sin avisar.
Es un cuaderno abierto, no por necesidad de decir, sino por fidelidad a lo que sigue resonando, aunque sea en voz baja.

-

Ofrecer lo que tenemos, aunque sea poco
“Tomás tomó un cesto que había allí —ya lo había notado otros días— y…
-

Cuando la cooperación pesa más que el orgullo
“El candado cedió con un clic claro, como un aplauso, solo cuando las dos…
-

Los secretos pesan… pero al compartirlos se transforman en semillas
“Dicen que los secretos guardados se vuelven pesados como piedras, que se hunden en…
-

El valor de participar: cuando alguien confía en ti
“El balón llegó a sus pies, redondo y limpio. Marta lo paró. Dudó un…
-

Repartir tareas: la fuerza de lo compartido
“Uno pintó un cartel, otro trajo madera, alguien más buscó información. Entre todos construyeron…
-

Invitar a quienes suelen quedar fuera
“Desde entonces, cada vez que Tomás pasaba por el muro de grafitis, ya no…
-

Del miedo a la confianza
“Tomás, que temblaba desde el principio, sostuvo con fuerza la lámpara de aceite. —No…
-

Recomponer la amistad tras una discusión
“Un mapa puede romperse en dos, pero una amistad de verdad siempre encuentra la…
-

En los juegos: aprender a insistir y volver a intentarlo
“Probaron una fila de linternas: el viento las tumbó. Intentaron con espejos: el cielo…

Cuando todo entretiene, escribir recupera el silencio.
A veces, en medio del ruido constante, escribir es una forma de volver al cuerpo, al tiempo lento, al mundo tal como lo sentimos antes de ponerle nombre. Este espacio nace de esa necesidad: detenerse, escuchar, seguir escribiendo aunque no se sepa hacia dónde.
