Si tú me lees

«Cierro la carta con una promesa… Escribo con ese amor testarudo que no se deja extinguir: ‘Si tú me lees, es que aún estoy viva.’»

Huellas en la arena – Xavier Dueñas

📖 ¿Qué poder tiene un lector para sostener la vida de quien escribe?

Esa frase final es una declaración de existencia. Una afirmación de que la voz, incluso quebrada, merece ser escuchada. Leer a alguien que ha atravesado lo indecible no es un acto pasivo: es un gesto de acogida, de validación. Cuando alguien lee, alguien permanece.

Este texto forma parte del relato Huellas en la arena.

Nosotras también

«No era una historia, ni una súplica. Era un aliento apenas audible, pero verdadero. Dije: ‘Nosotras también.’»

Huellas en la arena – Xavier Dueñas

📖 ¿Cuánto cambia el mundo cuando nos atrevemos a decir: «yo también»?

En medio del dolor, sentirse acompañada puede ser la primera semilla del consuelo. La narradora escucha la historia de otra mujer y, en lugar de quedar aislada en su herida, se une con dos palabras: «nosotras también». En ese plural hay comunidad, hay reconocimiento, hay dignidad. Porque cuando una voz se suma a otra, el dolor deja de ser silencio.

Este texto forma parte del relato Huellas en la arena.

Escribir para no desaparecer

«Escribir se vuelve mi cuerda, mi salvación. Cada línea en el papel rescata una parte de mí del olvido.»

Huellas en la arena – Xavier Dueñas

📖 ¿Cuántas veces callamos por miedo a no ser escuchados? ¿Y qué pasó cuando por fin escribimos?

El relato nos recuerda que contar no es solo recordar, es resistir. Cuando la vida ha sido atravesada por el horror, poner palabras al dolor no es un gesto literario, es un acto de reconstrucción interior. Quizá no cambie el pasado, pero sí el lugar que ocupamos en él. Narrar es la forma más honesta de seguir en pie.

Este texto forma parte del relato Huellas en la arena.

La palabra que acaricia sin invadir

«No la tomó. Solo respiró hondo, como quien se rehúse a caer.»

Huellas en la arena – Xavier Dueñas

📖 ¿Cuántas veces una palabra bien dicha ha evitado una caída?

No todas las palabras sirven. Algunas consuelan, otras hieren. En medio del dolor ajeno, acompañar no es intervenir, es estar presente con respeto. La narradora no busca imponer consuelo, solo ofrece presencia. Y en ese gesto simple, encuentra una forma profunda de amor. Aprender a decir sin invadir es también una forma de sanar.

Este texto forma parte del relato Huellas en la arena.

Un árbol sin hojas, pero firme

«Vi a la niña en cuclillas, cerca de una estaca. Dibujaba con un palo. Era un árbol. Sin hojas. Sin sombra. Pero firme.»

Huellas en la arena – Xavier Dueñas

📖 ¿Cuántas veces, en medio del dolor, hemos trazado sin saberlo nuestro propio árbol sin hojas?

Ese gesto silencioso, el dibujo de un árbol en la tierra seca, es una declaración de existencia. No necesita palabras ni testigos. En medio del exilio, de la pérdida y el miedo, hay actos que nos devuelven a nosotros mismos. No porque lo cambien todo, sino porque afirman que algo, aunque apenas sea una chispa, aún late. En tiempos duros, nuestros trazos también pueden ser raíces.

Este texto forma parte del relato Huellas en la arena.