“Ella no dijo nada. Me tendió la mano, firme, como si siempre hubiera sabido que caería. La tomé. Me levantó sin esfuerzo, y seguimos. Esa mano dura, silenciosa, me sostuvo más de lo que quise admitir.”
Las manos de sal – Xavier Dueñas
📖 ¿Qué huellas silenciosas estoy dejando en quienes vienen detrás de mí?
Muchas veces creemos que la herencia son solo palabras dichas o cosas materiales entregadas. Pero a veces, lo que permanece es mucho más sutil: un gesto de apoyo, una mirada paciente, una forma de estar presente en silencio cuando alguien lo necesita.
Quizás lo más importante no es lo que decimos, sino lo que sostenemos sin pedir reconocimiento. Y tal vez, en el futuro, alguien recordará no nuestras frases, sino la manera en que lo acompañamos cuando más lo necesitaba.
Este texto forma parte del relato Las manos de sal.