Ser líder no es mandar: la lección que un recreo nos recuerda

“Ser capitana no significaba mandar siempre ni tener la última palabra. Ser capitana era confiar, escuchar, dar espacio a los demás y celebrar que el equipo brillara unido.”

El equipo del recreo – Xavier Dueñas

📖 ¿Y si en la vida, como en el patio del colegio, liderar no fuera dar órdenes, sino aprender a escuchar y confiar?

Como adultos solemos asociar el liderazgo con control o poder. Sin embargo, los niños nos muestran otra manera: aquella en la que la verdadera autoridad nace de la confianza mutua y de saber dar valor a cada persona. Educar con este enfoque significa sembrar en los más pequeños una visión de liderazgo basada en la cooperación y el respeto, en lugar de la imposición.

Este texto forma parte del cuento “El equipo del recreo”, donde Marta descubre que ser capitana no es cargar con el peso de todos, sino permitir que cada voz sume y que el equipo crezca unido.

Cuando aprendemos a mirar con los zapatos de otro

«Marco miró sus manos: las marcas finas que le habían dejado los aros parecían mapas diminutos. El colegio se sentía grande y pequeño a la vez: grande por todo lo que aún no conocía, pequeño por los pasillos que, si no mirabas, se encogían.»

Cambio de zapatos – Xavier Dueñas

¿Cuántas veces caminamos por la vida sin detenernos a pensar en cómo se sienten los demás en esos mismos pasillos?

📖 Ponerse en los zapatos de otro —o en sus ruedas— no es un simple juego de empatía: es un acto que cambia para siempre la manera en que miramos lo cotidiano.

La infancia es el terreno fértil donde sembramos esta mirada. Leer historias como la de Marco y Leo es abrir un espacio para que los niños descubran que la verdadera fuerza no está en ser más rápido o más listo, sino en aprender a acompañar el paso del otro.

Este texto forma parte del cuento Cambio de zapatos.