“Aquí nadie me nombra como tú lo hacías. Nadie dice mi nombre con ternura. Nadie lo pronuncia con esperanza. Tal vez por eso me estoy borrando.”
El nombre que me diste – Xavier Dueñas
El abandono emocional no siempre grita. A veces, solo se escucha en lo que falta. En la ausencia de una palabra dicha con amor. En el eco que no llega.
📖 ¿Qué queda de nosotros cuando nadie nos llama con ternura?
En tiempos donde la comunicación abunda pero el reconocimiento escasea, este relato nos hace volver a lo esencial: todos necesitamos ser llamados por alguien que nos mire con afecto. Que nos recuerde que somos más que nuestras heridas, más que nuestra función, más que nuestra apariencia.
Ser nombrado con esperanza es una forma de ser amado. Y no recibir ese gesto puede borrar lentamente todo lo que fuimos.
Este texto forma parte del relato El nombre que me diste