Cuando alguien se entrega sin pedir nada

«Solo dijo su nombre: Taslima. Nada más. Caminaba descalza, con la calma de quien ya no tiene nada que rogar.»

Lo que no se ve desde el cielo – Xavier Dueñas

📖 ¿Y si lo más humano fuera simplemente estar presentes ante el otro, sin máscaras ni respuestas?

Hay miradas que no piden compasión. Hay silencios que no esperan soluciones. Hay personas, como Taslima, cuya sola presencia nos recuerda que no todo dolor necesita ser explicado, pero sí acompañado. En un mundo donde nos protegemos tanto, su ternura desarmada nos devuelve la verdad más profunda: estar con alguien, de verdad, es a veces lo único necesario.

Este texto forma parte del relato Lo que no se ve desde el cielo.

Deja un comentario