“El amor que no reclama aplausos, que no reluce, que sangra y permanece.”
El que se quedó – Xavier Dueñas
“Nadie pedía mensajes solemnes. Él tampoco los ofrecía.”
Estamos tan acostumbrados a amar en forma de gestos grandiosos, que a veces olvidamos lo esencial: que el amor verdadero no necesita ser visto.
El médico del relato no tiene nombre. No hace discursos. No pide nada. Solo cuida. Sostiene. Resiste. Y lo hace desde una ternura callada que conmueve hasta los huesos.
Este amor —el que no reluce— es el que sostiene al mundo.
Ese que sangra en silencio y se niega a desaparecer.
Y es tiempo de honrarlo.
Este texto forma parte del relato El que se quedó