“Una melancolía luminosa, esa que no paraliza, sino que invita a soltar con cariño.”
Las cosas que se quedan – Xavier Dueñas
“Lloro un poco, sí. Pero es un llanto suave, casi agradecido. Porque he comprendido que no todo debe quedarse. Que hay belleza también en lo que se despide.”
📖 ¿Cuántas veces hemos pensado que llorar es rendirse? ¿O que soltar es perder?
Este relato nos recuerda que hay un tipo de tristeza que no hiere, sino que abraza; una melancolía suave que nos reconcilia con lo vivido, incluso con lo que duele.
Aprender a decir adiós con gratitud es una forma de madurez emocional. Una manera de reconocer que lo que se va también tuvo su luz, y que soltar no es olvidar, sino honrar lo vivido sin encadenarse a ello.
Este texto forma parte del relato Las cosas que se quedan