“Porque en cada gesto quedaba afirmada una forma de humanidad que no necesitaba explicación.”
El que se quedó – Xavier Dueñas
“Una flor torcida, un trozo de pan, una mirada.”
📖 ¿Y si la dignidad no dependiera de lo que tenemos, sino de cómo tratamos al otro, incluso cuando no queda casi nada?
Hay gestos tan pequeños que suelen pasar desapercibidos.
Pero en ciertas circunstancias, esos gestos son todo lo que queda.
Y al mismo tiempo, son todo lo que importa.
En “El que se quedó”, la dignidad no se grita. Se susurra. Se sostiene en una venda improvisada, en una sonrisa compartida, en una mano que no suelta.
Incluso cuando ya no hay medicinas ni luz… queda el cuidado.
Y eso es profundamente humano.
Este texto forma parte del relato El que se quedó