Compartir lo que tenemos

“Fueron de casa en casa como vendedores de ilusiones, pidiendo cualquier cosa que pudiera dar luz. Una lámpara vieja, un espejo olvidado, un trozo de papel de aluminio… todo servía.”

El faro apagado – Xavier Dueñas

📖 ¿Qué pasaría si enseñamos a los niños que no hace falta tenerlo todo, sino compartir lo poco que tenemos?

En el cuento, cada vecino aporta algo sencillo: una linterna, una vela, un espejo. Ninguno de esos objetos, por separado, podría guiar a un barco. Pero juntos, forman un resplandor capaz de salvar vidas. Este gesto cotidiano enseña a los niños que la generosidad no depende de lo grande, sino de la voluntad de sumar. Y que compartir multiplica la esperanza.

Este texto forma parte del cuento “El faro apagado”, que inspira a valorar cómo lo pequeño cobra fuerza cuando se pone en común.

La fuerza de la resiliencia compartida

“Mateo, Lucía y Tomás comprendieron que la esperanza no es esperar sentados a que alguien arregle las cosas. Es atreverse a dar un paso, aunque tiemblen las rodillas. Es encender una chispa pequeña y confiar en que otros vendrán con la suya.”

El faro apagado – Xavier Dueñas

📖 ¿Qué pasa cuando dejamos de esperar soluciones grandes y empezamos a sumar nuestras pequeñas luces?

El valor central de El faro apagado late en esta idea: la resiliencia compartida. No se trata de aguantar en soledad, sino de levantarse en comunidad, de apoyarse y de transformar la oscuridad en esperanza activa. Cada chispa —una palabra, un gesto, una mano tendida— se convierte en parte de un resplandor común que nunca puede ser vencido. Este cuento invita a grandes y pequeños a descubrir que juntos somos faro, incluso cuando todo alrededor parece apagado.

Este texto forma parte del cuento “El faro apagado”, una historia sobre esperanza, cooperación y la fuerza de la resiliencia compartida.

El valor de no rendirse, aunque fallemos

“Intentaron con linternas, espejos y lámparas de camping… fallaron una y otra vez. Pero Mateo insistía: —Cada chispa cuenta.”

El faro apagado – Xavier Dueñas

📖 ¿Qué aprenden los niños cuando descubren que equivocarse no es fracasar, sino parte del camino?

Los fallos de Mateo, Lucía y Tomás no apagaron su deseo de seguir intentándolo. Esa perseverancia les enseñó que no rendirse puede salvar incluso a todo un pueblo. Transmitir este mensaje a los niños significa darles una herramienta poderosa: la confianza de que el error no les define, sino que es un paso hacia el aprendizaje y el crecimiento.

Este texto forma parte del cuento “El faro apagado”, que convierte cada intento fallido en un destello de esperanza.

Tender la mano cuando alguien se queda atrás

“Mateo miró las olas tragarse el guijarro. —Somos niños, sí. Pero la oscuridad no sabe de edades.”

El faro apagado – Xavier Dueñas

📖 ¿Qué aprenden los niños cuando deciden ayudar a un compañero en lugar de dejarlo solo con su dificultad?

En la escuela, siempre hay alguien que se atasca: en un ejercicio, en una tarea, en un juego. El faro apagado enseña que la solidaridad no depende de la edad ni de la fuerza, sino de atreverse a ofrecer ayuda. Cuando los niños aprenden a acompañar al que se queda atrás, el grupo entero avanza más fuerte y más unido.

Este texto forma parte del cuento “El faro apagado”, que recuerda que incluso en la infancia podemos ser faro para otros.