Las verdaderas fronteras no se ven

“El mar, en su vaivén, no separa. Une. Une los dolores, las historias, los anhelos. Lo que separa es nuestra incapacidad de mirarnos de frente.”

Desde la orilla – Xavier Dueñas

📖 ¿Y si las fronteras no fueran líneas en un mapa, ni muros de piedra, ni leyes frías? ¿Y si las verdaderas barreras estuvieran en la forma en que miramos —o no miramos— al otro?

Muchas veces, lo que nos separa no es la distancia ni el idioma. Es el miedo a sentirnos reflejados en quien sufre, en quien huye, en quien llega sin nada. Es más fácil pensar que son otros, distintos, lejanos. Porque reconocernos en ellos nos haría ver lo frágil que también somos nosotros.

Este fragmento de Desde la orilla nos confronta con esa verdad incómoda: el mar no juzga. Solo devuelve. Solo conecta. Somos nosotros quienes decidimos dividir, cerrar, excluir. Pero también podemos elegir lo contrario: abrir, mirar, acompañar.

Tal vez las verdaderas fronteras —las que más duelen— estén en el alma. Y reconocer al otro como un igual sea el primer paso para empezar a borrarlas.

Este texto forma parte del relato Desde la orilla, una historia que no habla solo de naufragios, sino de humanidad. De todo lo que podríamos ser si no tuviéramos tanto miedo a sentir.

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