«—Tiempo —dijo Leo—. Dar tiempo porque es un derecho, no un favor.»
Cambio de zapatos – Xavier Dueñas
En casa, las prisas del día a día nos hacen olvidar que cada uno avanza a su ritmo. Un hermano pequeño que tarda más en abrocharse los zapatos, una hermana que necesita unos minutos extra para acabar un dibujo… Dar tiempo no es solo paciencia: es cariño convertido en acción.
Este gesto cotidiano, tan simple y a la vez tan profundo, enseña a los niños que el amor se demuestra en los detalles. Aprender a acompañar el ritmo de otro dentro de la familia es sembrar respeto que florecerá también fuera, en la escuela, con los amigos y en la vida adulta.
Este texto forma parte del cuento Cambio de zapatos.