Más allá del trabajo

Vivimos en un tiempo en que las preguntas más importantes ya no son técnicas, sino éticas. No se trata de si los algoritmos serán capaces de gestionar fábricas, diagnósticos médicos o sistemas educativos, sino de qué haremos nosotros cuando ya no seamos necesarios para esas tareas. La inteligencia artificial avanza con una velocidad vertiginosa, pero las ideas con las que organizamos la vida colectiva —trabajo, renta, ciudadanía, valor, tiempo— permanecen ancladas en un pasado que se desvanece.

Durante décadas, el progreso tecnológico fue presentado como una promesa de liberación. Hoy, sin embargo, muchos lo perciben como una amenaza: no solo al empleo, sino a la dignidad, al propósito, a la cohesión social. Este giro no es menor. Cuando el trabajo pierde su centralidad, lo que tambalea no es solo el sistema económico, sino el edificio entero de la modernidad.

Este ensayo nace de esa grieta. De esa sensación compartida de que el mundo se está moviendo más rápido que nuestras instituciones, nuestros marcos de pensamiento y nuestras narrativas colectivas. No pretende ofrecer respuestas cerradas, pero sí abrir preguntas urgentes. No busca generar alarma, sino conciencia. No se dirige solo a especialistas, sino a todos los que presienten que el futuro se está escribiendo sin ellos.

Vidas atrapadas entre los muros

Hay conflictos que dividen al mundo en bandos, y hay otros que lo dividen en quienes miran y quienes eligen no hacerlo. El de Gaza e Israel pertenece a esta segunda categoría. Su complejidad, su crudeza y su persistencia han generado más titulares que comprensión, más ruido que escucha. En medio de ese paisaje saturado de propaganda, discursos automáticos y verdades selectivas, este ensayo emerge como un acto necesario: el de quien se atreve a mirar de frente sin apartar la vista.

Vidas atrapadas entre los muros no es un tratado de geopolítica ni una denuncia panfletaria. Es un ensayo lúcido, construido con paciencia y con respeto por los hechos. Xavier Dueñas, con la mirada de quien escribe para entender y no para vencer, ha trazado un itinerario tan pedagógico como profundamente humano. Desde los orígenes históricos del conflicto hasta sus consecuencias más devastadoras en la actualidad, el texto avanza con un equilibrio poco frecuente entre la claridad analítica, el compromiso ético y la sensibilidad narrativa.

Este no es un texto cómodo. No lo pretende. Leerlo exige renunciar a las simplificaciones, abandonar la comodidad de la distancia, y reconocer que detrás de cada mapa, cada cifra y cada resolución incumplida, hay nombres, rostros y biografías que reclaman ser recordadas. Y sin embargo, a pesar de su dureza, hay en estas páginas una pulsación profundamente esperanzada: la convicción de que comprender es el primer acto de resistencia, y que nombrar el sufrimiento de los otros es también una forma de defender la dignidad común.

Este ensayo no pide adhesiones, pide atención. No impone, invita. Y eso lo convierte en una herramienta poderosa: para docentes, periodistas, activistas, estudiantes o simplemente lectores que se niegan a aceptar que la muerte de unos valga menos que la de otros.

Quien lea estas páginas con honestidad saldrá de ellas sabiendo más, sí. Pero sobre todo, saldrá mirando distinto