Recordar que cada chispa cuenta

“Tomás, que temblaba desde el principio, sostuvo con fuerza la lámpara de aceite. —No te me vayas ahora —susurró, y la llama volvió a crecer.”

El faro apagado – Xavier Dueñas

📖 ¿Qué cambia en un niño cuando alguien le recuerda que su pequeña chispa también importa?

Tomás dudaba, tenía miedo y quería rendirse. Pero cuando entendió que incluso su gesto podía marcar la diferencia, se convirtió en parte esencial del faro humano. Los niños necesitan escuchar que lo que ellos hacen, por pequeño que parezca, es valioso. Ese reconocimiento enciende su confianza y los anima a dar lo mejor de sí mismos.

Este texto forma parte del cuento “El faro apagado”, que muestra cómo animar a quien duda puede despertar una fuerza inesperada.

Deja un comentario