“Fueron de casa en casa como vendedores de ilusiones, pidiendo cualquier cosa que pudiera dar luz. Una lámpara vieja, un espejo olvidado, un trozo de papel de aluminio… todo servía.”
El faro apagado – Xavier Dueñas
📖 ¿Qué pasaría si enseñamos a los niños que no hace falta tenerlo todo, sino compartir lo poco que tenemos?
En el cuento, cada vecino aporta algo sencillo: una linterna, una vela, un espejo. Ninguno de esos objetos, por separado, podría guiar a un barco. Pero juntos, forman un resplandor capaz de salvar vidas. Este gesto cotidiano enseña a los niños que la generosidad no depende de lo grande, sino de la voluntad de sumar. Y que compartir multiplica la esperanza.
Este texto forma parte del cuento “El faro apagado”, que inspira a valorar cómo lo pequeño cobra fuerza cuando se pone en común.