«Nombrar es ya una forma de abrazar.»
No hay noche sin nombre – Xavier Dueñas
📖 ¿Qué ocurre cuando alguien no tiene nombre? ¿Cuándo nadie lo reclama, nadie lo escribe, nadie lo recuerda?
En medio del desastre, la protagonista de este relato escribe los nombres de quienes pasan por la clínica como si tejiera una manta con palabras. Y entendemos que resistir no siempre implica grandes gestos: a veces basta con escribir un nombre en un cuaderno para evitar que la muerte sea total.
Nombrar es afirmar: tú exististe. Tú importaste.
En un mundo que nos empuja al olvido, dar nombre es un acto de profundo amor. También aquí, en nuestras ciudades, hay personas sin nombre: migrantes, ancianos, enfermos. ¿A quién estamos dejando sin palabras?
Este texto forma parte del relato «No hay noche sin nombre»