Antes de leer
Este cuento quiere ser algo más que la aventura de Sofía, Raúl y un mapa misterioso: es una invitación a reflexionar sobre la amistad, el orgullo y la cooperación.
A través de la historia, los niños y niñas descubren que los desacuerdos pueden alejarnos, pero también nos ofrecen la oportunidad de aprender a perdonar y reconstruir la confianza.
El mapa roto funciona como metáfora de las relaciones: solo recupera su sentido cuando ambas mitades se juntan, igual que la amistad florece cuando se cuida entre dos.
Empieza el viaje
¿Alguna vez sentiste que querías hacer algo tú solo, incluso teniendo a tu mejor amigo al lado?
Quizá terminar un rompecabezas, descubrir un escondite secreto o ganar una carrera sin ayuda. A veces el orgullo nos dice: “¡Puedo lograrlo por mí mismo!”. Y otras veces aparece un miedo escondido: “¿Y si mi amigo ya no me necesita?”.
Eso mismo les pasó a Sofía y a Raúl el día que encontraron un mapa misterioso en su escuela. Era un papel amarillento, lleno de flechas, símbolos extraños y una gran X roja que prometía un tesoro oculto. Pero en medio de una discusión, el mapa se rompió en dos, dejando media aventura en cada mano.
Desde entonces, cada uno quiso demostrar que podía llegar solo al final. Sótanos oscuros, azoteas con veletas, pasillos llenos de secretos… todo se convirtió en escenario de pistas y enigmas. Pero cuanto más buscaban, más descubrían que un mapa roto nunca lleva al tesoro verdadero.
En este cuento acompañarás a Sofía y a Raúl en una aventura que no trata solo de resolver acertijos, sino de aprender que algunos tesoros no se encuentran con la mitad del mapa, sino con la mitad del corazón de un amigo.
Prepárate: aquí hay un candado testarudo, un cofre muy especial… y una pregunta que quizá tú también quieras responder:¿Qué se gana cuando decides compartir la aventura?

