«—Te echo una mano —dijo Leo, colocándose detrás. —Puedo solo —respondió Marco, cansado de manos y de miradas. La profesora observaba. —Pedir ayuda también cuenta —dijo, sin evaluarlo.»
Cambio de zapatos – Xavier Dueñas
Ofrecer ayuda es hermoso, pero también lo es aprender a hacerlo sin que el otro se sienta menos capaz. La clave está en preguntar con respeto, sin invadir, sin imponer. En la historia, Marco aprende que pedir y recibir ayuda no es un signo de debilidad, sino un puente hacia la confianza mutua.
Como adultos, podemos enseñar a los niños que un “¿te ayudo?” dicho en el tono adecuado puede cambiar la manera en que alguien vive un reto. No es salvar, es acompañar. No es mandar, es compartir.
Este texto forma parte del cuento Cambio de zapatos.